

La avispa minúscula brilló entre las puntas de mis dedos, su exoesqueleto duro reluciendo con verde y azul bajo el fuerte sol de junio. Cerca, en la base de una vertiente anaranjada de esquisto, estaba el parche de lechetrezna (Euphorbia esula) donde la había atrapado mientras que ella cosechaba néctar de las llamativas flores amarillas. Hace unas semanas que había empezado a ver las avispas cuco cerca de este arroyo bordeado por praderas en el occidente de Montana, EE.UU., arrastrándose por el suelo y visitando flores entre la profusión concurrida de la vegetación al comienzo del verano.

Las avispas cuco que veía, casi el tamaño de granos de arroz, variaban un poco en su apariencia. Pero todas eran llamativas. La mayoría eran de color esmeralda o de azul profundo. Otras lustraban con el rojo de cobre cuando la luz las tocaba. Y cuanto más aprendí sobre estas avispas pequeñas y a menudo ignoradas, más interesantes me resultaron.
Cuando la mayoría de la gente piensan en las avispas, piensan en las avispas papeleras o las avispas chaqueta amarilla – ese pequeño manojo de especies que suelen aparecer en picnics sin invitación y que a veces nos pican. Pero el resto de las avispas de Montana constituye un mundo vasto y pocas veces visto. Pocas personas hasta se dan cuenta de ellas. Y las avispas cuco (la familia Chrysididae) son una parte de ese mundo vasto. A menos que sepas a qué buscar, es probable que hayas pasado por cienes de ellas sin verlas.
Cómo reconocerlas

Las avispas cuco son muy dóciles. Al contrario que la mayoría de las avispas y abejas hembras, realmente no pueden picar, hasta cuando están amenazadas. Mientras que la mayoría de las avispas hembras tienen un aguijón, las avispas cuco solo tienen un tubo inofensivo para poner huevos. Para protegerse, la mayoría de las especies en Montana pueden enrollarse en una bola cuando son atacadas. Como el caparazón de una tortuga, la armadura endurecida de sus exoesqueletos las mantiene seguras.
Las avispas cuco no son las únicas pequeñas avispas de verde iridiscente en Montana. Algunas abejas del sudor (la familia Halictidae) son igualmente verdes – y estas criaturas sí pueden picar cuando se sienten amenazadas. También hay otras diminutas avispas, tales como los perilámpidos (la familia Perilampidae) que muestran colores parecidos de verde y azul reluciente.

Entonces ¿cómo puedes saber si estás mirando una avispa cuco? Busca compactas avispas de verde iridiscente que típicamente simulan su muerte cuando se las molesta, enrollándose en una bola. Sus cuerpos suelen estar salpicados con cacarañas en la superficie. Muchas de ellas también tienen una serie de estructuras parecidas a dientes al posterior del abdomen. Las venas en las alas anteriores forman algunas casillas, como cajas irregulares. Las abejas del sudor, en comparación, tienen muchas más casillas (más de seis), mientras que los perilámpidos no tienen ningunas.
Una diversidad de avispas cuco

Como muchos insectos, las avispas cuco son muy diversas en Montana. Según dice Mike Ivie, el conservador de la Colección Entomológica de Montana en Bozeman, tenemos por lo menos 71 especies en el estado. De hecho, tenemos casi tantas especies de avispas cuco como especies de mamíferos, un grupo que incluye 109 especies en Montana. Pero mientras que mucha gente conoce por lo menos vagamente a los mamíferos, desde los uapitís a las ratas almizcleras y los ratones ciervo, la mayoría de nosotros ni siquiera nos hemos dado cuenta de una única avispa cuco.

Hasta recientemente, hasta los entomólogos no sabían mucho sobre las avispas cuco en Montana. La distribución de varias especies parecía curvar alrededor del estado, apenas esquivándolo. Pero desde los años 1990, cuando Mike Ivie y sus colegas empezaron un esfuerzo mucho más minucioso para catalogar las avispas cuco de Montana, han hallado una diversidad bastante alucinante de ellas.
“Nuestra diversidad es aquella mezcla de lo oriental y lo occidental,” dice Mike.
Tenemos especies del Noroeste Pacífico que entran en el noroeste de Montana, otras del este de Norteamérica y otras asociadas con hábitats desérticos cerca de las Montañas Pryor. En el caso de las avispas cuco, como con muchos otros animales, la diversidad de hábitats en Montana mantiene una diversidad impresionante de especies.
Identificando especies y dónde encontrarlas

Generalmente es difícil identificar avispas cuco al nivel de la especie. Algunas son bastante grandes; otras son tan pequeñas como un mosquito. Varias son de color verde brillante, mientras que otras tienen matices rojos. Los detalles de las venas en las alas, las crestas y las muescas en el rostro y las estructuras al posterior del abdomen pueden ayudar a distinguir especies diferentes. Pero para identificarlas definitivamente, generalmente es esencial estudiarlas bajo un microscopio.

Bastante pocas personas tienen la paciencia suficiente para identificar las avispas cuco al nivel de la especie. Pero por todos nosotros, es relativamente simple echar un vistazo a estas criaturas cuando estamos en la naturaleza. Identificar especies sí es difícil, pero reconocer la familia es simple. Y por reconocer las avispas cuco, podemos entender otra parte importante del vasto mundo de la naturaleza que nos envuelve.
¿Dónde puedes encontrarlas? A veces, las avispas cuco visitan flores, como el individuo de verde brillante que encontré en el parche de lechetrezna. También he encontrado algunas avispas cuco visitando las llamativas flores blancas de la planta Heracleum lanatum y las colecciones de amarillo profundo las cuales son las flores de las varas de oro (Solidago spp.). Pero es más común verlas sobre el suelo.
“El lugar en el que las veo más a menudo es sobre piezas de madera muerta,” me dice Mike Ivie.
En zonas forestales, es común ver algunas especies arrastrándose afanosamente a lo largo de las ramas caídas, tanto ramas pequeñas como ramas grandes. Mientras tanto, otras especies suelen visitar áreas con la tierra expuesta.
Un extraño ciclo de vida

¿Por qué arrastrarse así? Este comportamiento es la señal visible del otro 80% por ciento del ciclo vital de estas avispas. Todo aquello tiene lugar en madrigueras escondidas. Y desde este punto, el cuento de las avispas cuco se vuelve cada vez más extraño.
Las avispas cuco de Montana son parasitóides. Cuando las vemos arrastrándose por madera o suelo, realmente las estamos mirando cazando sus víctimas. Algunas de las especies en Montana, en el género Cleptes, atacan los capullos de avispas de sierra (como las de la familia Diprionidae) en hábitats forestales a lo largo del estado. El resto de nuestras especies buscan ciertos grupos de avispas o abejas. En este caso, la hembra entrará a hurtadillas en el nido de la correspondiente especie huésped, poniendo un huevo allá. Cuando su larva nazca, va a devorar la avispa huésped y cualquier comida que esté en la celda del nido. El verano siguiente, la nueva avispa cuco emergerá como adulta, habiendo usurpado el nido en potencia de su huésped.
¿Qué nos pueden enseñar estas relucientes avispas verdes? Resulta que darnos cuenta de las mismas avispas cuco sólo es la punta del iceberg. Son una ventana que nos permita ver una entera comunidad de abejas y avispas. Estas especies anidan en el suelo o en ramas caídas donde los escarabajos han barrenado la madera. Cada especie tiene su propia historia. Muchas son altamente especializadas, cosechando el polen de flores específicas o cazando insectos peculiares para provisionar sus nidos. Es un intrincado mundo en miniatura en el que la mayoría de nosotros apenas piensan. Y las avispas cuco nos pueden ayudar a verlo.
El mundo en miniatura de las abejas y avispas

“Van a estar arrastrándose sobre piezas de madera muerta, ramas… Aquellas viejas perforaciones de escarabajos son llenas de abejas,” Mike dice.
Mirar más atentamente a algunas especies nos puede ilustrar la complejidad de este mundo en miniatura. Durante una tarde soleada al comienzo de julio, encontré un par de avispas cuco de verde oscuro apareándose dentro de un parche de lechetrezna cerca de un arroyo. Más tarde, estudiando una de ellas bajo el microscopio, la identifiqué como Holopyga ventralis. Como todas las avispas cuco, la Holopyga tiene una historia de vida única. Esta especie ataca a Bicyrtes, un grupo de avispas de arena, decoradas con rayas pálidas, que visitan flores y excavan sus nidos en tierras arenosas.
Como varias otras avispas, las Bicyrtes son depredadores bastante especializados. Para alimentar a sus larvas, las hembras cazan chinches hediondas (la familia Pentatomidae) y otras chinches. Pican estas chinches para paralizarlas y las ponen en sus nidos bajo el suelo, asegurando así que sus larvas tengan toda la comida que necesiten para madurar a ser adultos. Si todo sigue el plan, es decir.
Entonces entra la avispa cuco, Holopyga. Si una Holopyga hembra logra entrar el nido de la Bicyrtes y poner un huevo, entonces su larva va a devorar la pequeña avispa de arena, junto con las paralizadas chinches hediondas que debían alimentarla. Esto es el final de la larva de Bicyrtes. También es por eso que la hembra de Holopyga puede enrollarse en una bola, protegiéndose con su exoesqueleto bien endurecido. Si la avispa adulta de Bicyrtes la encuentra entrando el nido a hurtadillas, la defensa de la bola de armadura le permitirá sobrevivir a la Holopyga. Puede ser que la Bicyrtes enojada la tire del nido, pero la Holopyga va a sobrevivir para seguir buscando nidos otro día.
Especies diferentes, historias diferentes
La historia de Hedychrum parvum, una avispa cuco que encontré visitando flores en un área seca durante la misma estación, es similar. Pero en vez de buscar los nidos de Bicyrtes, esta avispa cuco tiene otra especie huésped. La Hedychrum busca los nidos subterráneos de Cerceris o Eucerceris, flacas avispas depredadoras que cazan gorgojos.


Además hay la diversidad desconcertante de avispas cuco en el género Chrysis. Por muchas de estas especies, los entomólogos aún no saben cuáles abejas o avispas atacan. Otras son mejor estudiadas, como la especie de amplia distribución Chrysis pellucida, que depende de avispas del género Trypoxylon, las cuales anidan en madera y cazan arañas.

¿Son las avispas cuco malas noticias para las larvas de avispas y abejas que atacan? Para esas larvas individuales, claro que sí. Pero al nivel de la población, un estudio finlandés sugiere que no amenazan la sobrevivencia de sus huéspedes a largo plazo. Por depender de específicas especies huéspedes, las avispas cuco suelen ser menos comunes que los huéspedes y más vulnerables al peligro de extinción. Para que una especie como Holopyga ventralis florezca, depende de un sistema entero en miniatura: las avispas Bicyrtes, los chinches que cazan y las plantas que aquellas chinches comen.
Entonces cuando junio se acerque otra vez – y con él, el comienzo de la estación de avispas cuco – mantén los ojos abiertos. Busca avispas iridiscentes como joyas, arrastrándose sobre ramas caídas o parches de tierra expuesta. ¿Cuántas puedes ver? ¿Puedes hallar los nidos que están buscando, o algunas de las correspondientes avispas o abejas huéspedes? Bienvenido al mundo en miniatura de las avispas cuco.
Leer más
Bohart, R.M. & Kimsey, L.S. (1982). A synopsis of the Chrysididae in America north of Mexico. Memoirs of the American Entomological Institute no. 33. Ann Arbor, MI: The American Entomological Institute.
Evans, H.E. (1970). Ecological-behavioral studies of the wasps of Jackson Hole, Wyoming. Bulletin of the Museum of Comparative Zoology 140(7):451-511.
Paukkunen, J., Pöyry, J. & Kuussaari, M. (2017). Species traits explain long-term population trends of Finnish cuckoo wasps (Hymenoptera: Chrysididae). Insect Conservation and Diversity 11(1):58-71. Recuperado de https://resjournals.onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1111/icad.12241