Podcast bilingüe de la naturaleza

The silk moth cocoon (Antheraea polyphemus).
El capullo de la polilla de seda en octubre.

Ni siquiera sospeché que era una polilla de seda cuando conocí a él por primera vez. Fue un día de octubre, una tarde ahumada, penetrada por las canciones de los grillos arborícolas. Encontré su capullo colgando en un tallo de vara de oro (Solidago). Era cuidadosamente tejido y tan largo como un huevo pequeño. Nunca antes había visto el capullo de una polilla de seda, y no lo reconocí. Algunas arañas tigre (Argiope trifasciata) habían tejido sus telarañas cerca; ¿era éste el saco de huevos de una araña?

Subí imágenes a BugGuide, un sitio web maravilloso que a menudo resulta útil para la identificación de insectos y arañas misteriosos. Así aprendí pronto que no era el saco de huevos de una araña. Las polillas de seda (familia Saturniidae) son el equivalente a los búhos en el mundo de los insectos. Son criaturas las que aman todos – desde entomólogos especializados hasta personas quienes, de otra manera, no conocen para nada a los insectos.

Aquel verano yo había conocido por primera vez a una polilla de seda, una hembra peluda con marcas increíbles y colores de granate y chocolate. Aferrándose a un tallo de adelfilla (Chamerion angustifolium) en las montañas, nos dejó acercarnos hasta que estuvimos sólo unas pulgadas lejos. Era casi tan grande como mi palma, mansa y tranquila. Y ¿a cuál especie perteneció esta polilla?

Female Hyalophora "kasloensis" silk moth.
Hembra de la polilla de seda Hyalophora “kasloensis,” encontrada el 3 de junio de 2021 cerca de Lincoln, MT. Ve que las antenas son limitadamente plumosas (los varones tienen antenas más ampliamente plumosas).

Pues resultó que realmente no perteneció a ninguna especie. Para las polillas de seda del género Hyalophora, la parte occidental de Montana alberga una población que desdibuja los límites entre especies. Al este se encuentra la especie Hyalophora columbia; al oeste Hyalophora euryalus. Y entre las dos se encuentra esta polilla y otras como ella, las cuales forman una estable población híbrida, influida constantemente por la reproducción con ambas especies vecinas. Informalmente se reconoce esta población con el nombre Hyalophora “kasloensis.” Y la hembra que conocí en las montañas era parte de esta población híbrida.

Entrando en el mundo de las polillas de seda

El capullo de octubre, colgando en el tallo de vara de oro, fue una invitación a profundizar en el mundo de las polillas de seda. En Montana sólo hay un puñado de especies, y de estas aún menos pasan el invierno en un capullo colgando de una rama. Y mientras las polillas del género Hyalophora, con sus poblaciones confusas de híbridos, sobreviven el invierno en capullos con puntas afiladas, las puntas de este capullo eran redondeadas como un huevo. Tenía que pertenecer a otra especie. Y según los libros, la única posibilidad que cabía era la polilla Polifemo, Antheraea polyphemus

Las polillas Polifemo pasan la mayoría de sus vidas en un capullo. Algún día después de que hayan salido las hojas en los árboles, las polillas adultas aparecen. Los adultos sólo viven por unos días.

Sobreviviendo el invierno

The overwintering silk moth cocoon.
El capullo de la polilla Polifemo durante el invierno.

Pasé por ahí algunas veces durante el invierno para comprobar cómo estaba la polilla. El capullo se quedó pesado, callado y supuestamente sin cambio. Aguantó tormentas de nieve y periodos de frío hasta -20°F.

The Hyalophora silk moth cocoon in February, when I found it.
El capullo de la polilla de seda Hyalophora, cuando lo encontré en febrero.

En febrero, encontré otro capullo, adherido a un tallo de capulín (Prunus virginiana) cerca del mismo arroyo. Este capullo era de color gris con rayas plateadas, con las puntas afiladas: una polilla del género Hyalophora. Pensé que, al llegar la primavera, pondría los dos capullos en un terrario, donde podría vigilarlos mientras que completaran su desarrollo. Cuando los adultos emergieran, sacaría fotos y soltaría a las polillas para vivir la etapa pasajera de sus vidas adultas en estado silvestre. 

Pero cuando regresé en marzo para visitar los capullos, él de la polilla Hyalophora ya había desaparecido. El tallo del capulín ya estaba desnudo salvo por unos hilos de seda. Busqué cuidadosamente en las hojas caídas alrededor, pero no encontré el capullo. En esta estación de hambre, sólo podía suponer que alguna urraca o ratón ciervo lo había encontrado. La pupa de una polilla de seda sería un tesoro para un carroñero famélico.

Hacia el terrario

La polilla Antheraea todavía descansaba, su capullo aún inadvertido por depredadores donde lo encontré hace cinco meses. Pero ahora me sentía preocupado – seguramente había demasiada probabilidad de que algún depredador lo encontrara. Así que corté ligeramente el tallo de la vara de oro y lo llevé a casa. Lo puse en un terrario con mosquitero encima, el capullo todavía colgando del tallo de la vara de oro. Lo dejé afuera en la sombra de un garaje, el mosquitero fijado con un trozo de leña para que los depredadores no entraran. Frío y calor, noche y día: esperé que esas fluctuaciones de temperatura y luz fueran similares a las que se encontraba al lado del arroyo. Para las polillas de seda, la temperatura es una señal esencial que guía el surgimiento de los adultos.

Sandbar willow (Salix exigua).
Un sauce coyote (Salix exigua), el 23 de junio de 2022, mientras una abeja visita las flores. Esta especie es la planta hospedante para las polillas Polifemo la que crece cerca del tallo de vara de oro donde encontré el capullo en octubre.

Ahí él esperó por meses. Cuando las hojas de los álamos aparecieron en mayo, y las hojas de los sauces coyote (Salix exigua) les siguieron, lo revisaba casi cada mañana. Ya las hojas se habían expandido en los sauces, los arces y los abedules – nuestros árboles comunes que por lo general alimentan las larvas de las polillas Polifemo. ¿No debía emerger nuestra polilla? 

Empecé a preocuparme. ¿Le había causado problemas por trasladarlo? Pero cuando yo vaciaba las lluvias de primavera mientras se acumulaban en el fondo del terrario, su capullo me tranquilizaba por todavía sentirse pesado.

Surgimiento

The Polyphemus moth.
La polilla Polifemo. Ve como sus antenas son tan ampliamente plumosas, mostrándonos que él es varón.

Ya hemos llegado al 25 de junio. Este día siempre ha sido especial para mí. Es el cumpleaños de mi papá, además del cumpleaños de mi hermano Jeff. Pero este año es un día agridulce: mi papá falleció el otoño pasado.

Reviso el capullo en la mañana y aún nada ha cambiado. Pero cuando regreso en la tarde, algo está diferente. ¡Un triángulo peludo de marrón oscuro está descansando ahí!

Transferring the Polyphemus moth to a soft-sided cage.
Transladándolo a una jaula con lados sauves.

Primero veo sus antenas anchas y plumadas, estampadas intrincadamente. Sus piernas vellosas de color chocolate son más robustas que habría pensado. Le extiendo la mano y se aferra a mi dedo. A la misma vez suelta un fluido espeso y blanco. Éste es el meconio, los desechos acumulados por pasar nueve meses en un capullo. Es posible que este comportamiento bastante grosero sea una defensa contra los depredadores.

Sus alas se ven maravillosas. Las gradaciones increíbles de carboncillo y marrón contrastan con los ocelos – ventanas translúcidas, rodeadas por amarillo y azul. Lo traslado a una jaula para mariposas con lados suaves, y le doy una rama a la que aferrarse. Sigue colgando acá a lo largo del atardecer, boca abajo y sin moverse.

Olores en la brisa nocturna

The Polyphemus moth. Note how his antennae are so broadly feathery, indicating a male.
Estas antenas son su “radar,” afinadas para hallar a una hembra.

El sol se pone. Poco a poco, el crepúsculo prolongado del verano está disminuyendo. Sé que él ya no tiene mucho tiempo: las vidas adultas de las polillas de seda son cortas. Llevando grasa que han guardado desde su etapa larval, ni siquiera comen nada. Ya tienen sólo una prioridad: hallar una pareja y hacer nacer a la siguiente generación.

Las antenas de este varón son tan plumadas con razón. Son instrumentos de precisión, más sensibles que cualquiera nariz humana: este varón tiene que hallar una pareja por su olor. La noche después de que una hembra emerja, suelta una nube de feromona, una mezcla de sustancias químicas específicas a las polillas Polifemo. Con sus antenas delicadas, este varón va a buscar la fragancia de ella en la brisa. Va a volar millas – tal vez hasta 20 millas – siguiendo su olor por las corrientes del aire. 

Después de que se encuentren y se apareen, ella va a poner huevos, algunos en cada planta hospedera que escoja. Sauces, arces y abedules son entre las típicas plantas hospederas. Por poder señalar de larga distancia, las polillas Polifemo pueden seguir siendo raras y aún sobrevivir. Puede haber un capullo solitario, colgando cerca de los sauces al lado de un arroyo, conectado a una pareja por mensajes en la brisa nocturna. Es posible que estas poblaciones de baja concentración logren evitar los depredadores y parasitoides que puedan molestar a especies de polillas más comunes.

Luces apuñalando la noche

The silk moth resting on his branch.
Colgando de su rama en la jaula de mariposas.
Lights in the night over Hauser Lake.
Luces en la noche sobre el Lago Hauser.

Él todavía está colgando tranquilamente de su rama en la jaula de mariposas, ahora sobre la mesa en el comedor. Las luces quedan encendidas en la casa; tal vez él está esperando la oscuridad. Ahora agarro su jaula ligeramente y lo llevo afuera para la noche. Los árboles hacen sombras oscuras alrededor de nosotros, pero la noche en sí misma no está oscura. Una curva de luces amarillas cubre la orilla del Lago Hauser. Y encima del cerro, se ve como si una astronave estuviera preparándose a despegar: un faro sobrenatural de luces blancas y azules rompe la noche, mientras música se repite a través del agua. ¿Qué pasa si se le atraigan las luces? ¿Nueve meses en el capullo, consiguiendo sobrevivir todos los peligros, sólo para morir en vano, dando vueltas alrededor de una fiesta fatal? No podría soportarlo. No puedo liberarlo aquí.

Pongo la jaula en mi carro y manejo con él para el Embalse Regulado de Helena. Aquí estamos lejos de las luces brillantes. La noche está fresca y tranquila, la constelación Cassiopeia mirándonos desde arriba. El aire está mojado. El agua chorrea sobre la presa con un rugido relajante. Las sombras de los álamos nos rodean, y más allá el horizonte montañoso forma una silueta oscura. Las únicas luces son las estrellas y unos pinchazos distantes desde los ranchos.

Por alas vellosas

Dark night sky at the Helena Regulating Reservoir.
El cielo oscuro de la noche cerca del Embalse Regulador de Helena.

En el carro la polilla permaneció inmóvil, colgando boca abajo de la rama. Pero ahora, mientras llevo la jaula en las manos, él se ve impaciente, batiendo las alas contra la superficie. 

Camino hacia las sombras de los árboles. Nos alejamos del rugido del agua por si acaso volara débilmente al principio. Abro el cierre de la jaula.

Se echa a volar sin despedirse. El toque de alas suaves y vellosas me roza y él ya se fue. Lo veo sólo una vez más, una silueta contra el cielo, una sombra tranquila volando por la noche. O tal vez fue realmente un murciélago, o mi imaginación.

Manejo de vuelta, hacia las luces apuñalando la noche sobre el lago y el tronido esporádico de fuegos artificiales. Él todavía está ahí afuera, en algún lugar. Su cuerpo velloso está lleno de grasa para el maratón adelante. Sus alas de chocolate baten por la noche. Sus antenas plumadas están afinadas por un olor que sólo una polilla Polifemo puede percibir. 

Por las alas de una polilla de seda

The vacated silk moth cocoon.
Se fue en la noche, pero me dejó un regalo: el capullo en que pasó por lo menos los últimos nueve meses.

Heladas amargas, tormentas de nieve, vientos feroces: él ha sobrevivido tanto. Ha escapado de ratones ciervo, urracas y aves carpintero. Ha evitado parasitoides y sobrevivido mi atención inexperta. Y ahora está viajando por la noche, intentando cumplir la única función por la que toda su alimentación como larva, toda su espera como pupa, le ha preparado. Con suerte, va a aparear y contribuir al surgimiento de la próxima generación. Con suerte, habrá capullos de polillas Polifemo este otoño también, colgando de las varas de oro cerca de los sauces, para que otra persona se asombre y se enamore de las polillas.

Un trozo de mí está allí con él, esperando que tenga éxito. Esperando que no le atrapen ni alguna luz ni algún faro de coche, que no le condenen a dar vueltas confundidas hacia la muerte. Estoy esperando que hubiera polillas de Polifemo hembras allí afuera en la noche, que la especie esté prosperando, que no se encuentre entre las especies de insectos que están en declive en muchas áreas.

Feliz cumpleaños, Papá. Pienso que te habría gustado ver esto. Si estás despierto allí por encima esta noche, quizá puedas bajar por un rato y montar en las alas de una polilla de seda. Guíala hacia una hembra y un parche bonito de sauces. Y por favor mantenla fuera de las luces.

Leer más

Boyes, D.H., Evans, D.M., Fox, R., Parsons, M.S., & Pocock, M.J.O. (2020). Is light pollution driving moth population declines? A review of causal mechanisms across the life cycle. Insect Conservation and Diversity 14(2):167-187. https://resjournals.onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1111/icad.12447

Tuskes, P.M., Tuttle, J.P., & Collins, M.M. (1996). The wild silk moths of North America: a natural history of the Saturniidae of the United States and Canada. Ithaca, NY: Cornell University Press.

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