Podcast bilingüe de la naturaleza
El Río Huatulco.
El Río Huatulco y su ecosistema ribereño, 3800 kilómetros lejos de Kelly Island pero con muchas semejanzas.

Encontrando la naturaleza en Missoula: el otoño por Kelly Island

2 de noviembre de 2022

Cottonwoods and storm clouds at Kelly Island.
Los álamos (Populus balsamifera) y nubes tormentosas por Kelly Island.

Es un día sin mucha actividad de animales al lado del Río Clark Fork por el Kelly Island Fishing Access Site cerca de Missoula, Montana, Estados Unidos. Chubascos de gris y azul oscuro llevan ráfagas pasajeras de nieve sobre el valle de Missoula. Los álamos (Populus balsamifera) brillan amarillos contra las nubes y susurran con insistencia en el viento.

Me (Shane Sater), loaded down with sound recording equipment.
Yo (Shane Sater) con mi equipo para grabar las aves.

Me veo un poco absurdo esta tarde. De vez en cuando me cruzo con un cazador con su arco; ellos apenas tratan de ocultar sus miradas perplejas. Llevo botas de pescador, un impermeable y más chamarras de lana y de forro polar que quiero contar. Encima de todo eso tengo mi equipo de pajarero: binoculares, cámara y mi equipo de grabación, que incluye audífonos y un micrófono direccional. Mi plan para esta tarde empezó siendo una simple caminata otoñal—pero rápidamente se ha convertido en una aventura en (tratar de) grabar los sonidos de las aves.

El único problema es que hoy las aves son escasas. Los sonidos ambientales que yo pudiera grabar o son fugaces o son poco atractivos. Un soplador de hojas emite un chirrido penetrante desde un domicilio en las afueras de la ciudad. De vez en cuando escucho un carpintero de pechera común (Colaptes auratus) llamar muy en la distancia. Un cuervo común (Corvus corax) vuela sobre mí, graznando brevemente. Un segundo cuervo común lo sigue, deslizándose a través del cielo.

Estoy caminando sobre las rocas, redondeadas por el agua, de un brazo secundario del Río Clark Fork. Un pescador lanza su mosca artificial sobre un remanso aguas abajo de mí.

El invierno inminente

A beaver dam across a side channel.
Una presa de castores detiene un brazo del río.

Anoche el clima giró abruptamente hacia el invierno. Ayer estaba soleado y a casi 20°C. Hoy una brisa de 3° empuja nubes sobre los álamos dorados. La nieve ha espolvoreado las montañas donde los alerces (Larix occidentalis) se han puesto amarillos.

Cottonwoods on Kelly Island with the smooth brome (Bromus inermis) glowing underneath.
Los álamos de Kelly Island con bromo suave (Bromus inermis) brillando por abajo.

Es un gran cambio en comparación con la última vez que estuve aquí, en agosto. Ya la migración otoñal de las aves ha llegado a su final. Las pirangas capucha roja (Piranga ludoviciana), los maulladores grises (Dumetella carolinensis) y los chipes corona negra (Cardellina pusilla) han pasado hacia el sur. Mientras el invierno se acerque cada vez más, la actividad de las aves que se quedan está volviéndose más esporádica. También es tarde por la tarde hoy—casi la hora menos favorable del día para encontrar mucha actividad de aves. Ando torpemente y me veo absurdo con todo el equipo que llevo. ¿Por qué chingados estoy haciendo esto hoy?

Sin embargo, es una tarde hermosa—con aves o sin aves—para caminar y ponerle atención al cambio de las estaciones. Sigo adelante, cruzando este brazo del río justo debajo de la curva ligera de una presa de castores bien mantenida.

La vegetación de Kelly Island

Tall dogbane (Apocynum cannabinum), with cottonwoods and ponderosa pines behind.
El cáñamo americano (Apocynum cannabinum) con álamos y pinos ponderosa por atrás.

Algunos de los álamos ya han perdido casi todas sus hojas. No escucho nada de las aves. Por debajo de los árboles, el bromo suave (Bromus inermis), una gramínea invasora que domina una gran parte de la isla, está luciendo con matices de dorado, verde pálido y ocre oscuro.

A pesar del bromo suave, la vegetación de esta isla comprende una mezcla bastante diversa. Al lado de un brazo seco del río que se llena con agua durante las inundaciones, donde los venados han caminado recientemente, paso un parche sepia del cáñamo americano (Apocynum cannabinum). Esta elegante planta nativa se cubre de flores blancas delicadas durante el verano. Por otras áreas de la isla, los pinos ponderosa (Pinus ponderosa) se mezclan con los álamos. El sotobosque está verde herrumbroso con el follaje de los enebros (Juniperus scopulorum). 

Kelly Island desde la perspectiva de una aguililla

Ya he estado caminando por Kelly Island en mis botas de pescador por más de una hora, y aún no he escuchado ni una sola ave que pueda grabar. Pero está bien, porque siempre hay algo aquí por aprender—incluso cuando un día en la naturaleza no sigue el plan.

A 1-meter LiDAR map of Kelly Island showing the braid of old river channels that crisscross it. Map courtesy of the Montana State Library.
Un mapa de Kelly Island usando la tecnología LIDAR que muestra los viejos brazos entretejidos del río que cruzan la isla. Este mapa fue provisto por la Biblioteca Estatal de Montana.

Una aguililla cola roja (Buteo jamaicensis) está dando vueltas sobre la isla, una silueta contra las nubes de azul morado. Su cola roja oxidada me indica que es un adulto. La aguililla se burla de mi cámara y de mi micrófono. Se queda silenciosa mientras el viento la lleva rápidamente al este.

Pero esta aguililla lleva consigo una de las historias de hoy. Desde la perspectiva de una aguililla cola roja (o con la ayuda digitalizada de un mapa de LIDAR), puedes ver que esta isla entera está compuesta de una trenza de capas geológicas. Está entrecruzada por los ancianos brazos del río cuyos trazos serpentean por todas partes, uno encima del otro. Aquí, cerca de la confluencia de los Ríos Clark Fork y Bitterroot, cada aspecto de esta tierra ha sido moldeado por el agua. Los patrones de bromo suave y cáñamo americano, de álamo y pino; las aves que visitan este lugar en las diversas temporadas del año; los venados cola blanca (Odocoileus virginianus) que justo acaban de huir de sus lechos entre las gramíneas—todo es un tapiz tejido por el agua.

Los finales del otoño en Missoula

Hace dos días que llegué a Missoula, y voy a estar escribiendo desde aquí por lo que queda de 2022. Y ya en tan pocos días, la fuerza del agua en este valle ha empezado a enseñarme. Ayer me reuní con la Watershed Education Network, una organización que se enfoca en cuidar y estudiar las cuencas, para hacer observaciones del sitio donde había estado la presa recientemente removida que bloqueaba el arroyo Rattlesnake Creek: una exploración del poder y variabilidad del agua. En los dos meses que vienen, voy a estar pasando tiempo en el campo con pajareros y naturalistas, celebrando el cambio de las estaciones. Y muy probablemente voy a volver a visitar a Kelly Island.

Un búho y dos carboneros

Late afternoon light at Kelly Island.
La luz de la tarde por Kelly Island.

Ahora el sol se está deslizando hacia el banco de nubes que está amenazando las montañas al oeste. Finalmente comienzo a escuchar algunas aves. Unos bajopalos enanos (Sitta pygmaea) gorjean desde los pinos ponderosas, demasiado brevemente para grabarlos. Un carpintero albinegro mayor (Dryobates villosus) llama energéticamente una sola vez. Es entonces que un búho cornudo (Bubo virginianus) se echa a volar desde un álamo encima de mí, planeando sigilosamente hacia un pino cercano.

Common barberry (Berberis vulgaris).
El agracejo (Berberis vulgaris).

El vuelo del búho desata una serie de llamadas tímidas—sip—de dos carboneros cabecinegros (Poecile atricapillus). Se quedan inmóviles por varios minutos, escondidos en el follaje de un agracejo cuyas hojas ya están anaranjadas y escarlatas. Los carboneros, por lo menos, los puedo grabar. Capturo sus llamadas sip y observo mientras empiezan a forrajear otra vez, con mucha precaución. Después de todo, no era completamente ridículo llevar todo este equipo conmigo.

Una caminata en la naturaleza siempre es una incursión en lo desconocido. Algunas tardes, como ésta, las aves no están muy activas. Pero si encontramos lo que estábamos anticipando o no, siempre hay historias que están esperando a que nos enteremos de ellas. Hoy, han sido las últimas hojas anaranjadas del otoño contra un cielo tormentoso. Han sido los patrones entrelazados de agua y vegetación desde la perspectiva de una aguililla cola roja. Y han sido los carboneros por los que llevé mi micrófono aquí.

Así que sal en la naturaleza—y ¡cuéntame de las historias que encuentres! Tal vez te veo ahí.

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